miércoles, 25 de julio de 2007

Que es la suerte?.



La suerte. según el diccionario es la circunstancia de ser, por mera casualidad, favorable o adverso a alguien o algo lo que ocurre o sucede. Para un científico la suerte incluye la aplicación de las leyes de la probabilidad. Que una manzana caiga sobre una persona que camine bajo un árbol no está en función de la suerte de dicha persona, sino que es el resultado de la unión de situaciones comprensibles, o explicables. Estadísticamente, cualquier persona que camine bajo el árbol tiene probabilidades de que le caiga la manzana.

En busca de la Suerte.

Para la mayoría de las creencias espirituales y religiones, la suerte puede influirse mediante medios espirituales realizando ciertos rituales, como la oración o sacrificios, presagios y hechizos, o evitando ciertas situaciones, como actos tabú que influencian la forma en que la suerte les favorecerá en el futuro. En el estudio MANTRA realizado entre 750 pacientes, se instaba a miembros de diferentes religiones (budistas, budistas, judíos y musulmanes) al rezo por enfermos terminales ante una próxima operación a vida o muerte. Se comprobó que dicho no repercutía sobre el resultado de la operación.
Otros estudios han revelado que el cerebro se comunica con el sistema inmunológico, con el cardiovascular y con otros órganos importantes del cuerpo mediante la liberación de hormonas y otras sustancias de las células nerviosas, por lo que la forma en la que pensamos y actuamos hace que podamos alterar la forma de percibir las cosas y con ello modificarlas.
Un dicho popular dice. “el que la quiere (suerte) la persigue, dicha afirmación puede provenir de la fábula del mago Merlín y el trébol de cuatro hojas. Fue corroborada con un estudio que se hizo en Harvard en 1953 para el cual se entrevistó a toda una serie de estudiantes que ya se licenciaban. Se les preguntaba cuántos de ellos tenían claro lo que querían hacer para ir en pos de su meta, de sus deseos. Sólo el 3% declaró que lo tenía claro frente al 97% restante, que aseguró que no lo había pensado, pero que ya lo iría viendo. Esa misma muestra de estudiantes fue de nuevo entrevistada veinte años después, en 1973, y se le pidió que enumerara todo lo que había podido acumular a escala patrimonial, de prosperidad y de negocios. Pues bien, ese 3% que había contestado que sabía lo que tenía que hacer o que, por lo menos, lo tenía claro y ya lo había decidido aglutinaba nada más y nada menos que el 98% del valor de todo el grupo: un 3% concentraba el 98% de la riqueza de todo ese grupo.
El hecho de “tocar madera” proviene del acto que los cristianos realizaban para conseguir protección frente a todo tipo de males, ya que la cruz de madera en la que fue crucificado Cristo poseía una especial simbología. El acto de “cruzar los dedos” tiene su origen desde muy antiguo, bajo la creencia de que con este gesto se tenía la convicción de que en la intersección de dos líneas o caminos quedaba atrapada la suerte y decidido el futuro, dependiendo de qué camino se tomara o de qué alternativa se eligiese. Más tarde esta conjura arraigó en el mundo cristiano, que vio en ello el símbolo de la cruz.
Uno de los objetos asociados a la fortuna es la herradura, ya que desde siempre el poseer un caballo implicaba una buena posición social al ser un lujoso y considerable desembolso. La creencia de que las “patas de conejo” traen buena suerte es una de las supersticiones más antiguas que sobreviven en la actualidad, remontándose a 600 a.C. Los conejos fueron un símbolo de fertilidad por su capacidad de reproducirse rápida y numerosamente. Además, se creía también que nacían con los ojos abiertos, por lo que se suponía que tenían poderes especiales contra el Mal de Ojo.
La crucifixión de Cristo entraña una gran simbología, por lo que el símbolo de la cruz aparece en numerosas supersticiones occidentales…
El “número 7” es usado con frecuencia en las Escrituras para indicar la calidad de completo. En algunas ocasiones se refiere a llevar a feliz término un trabajo. También puede hacer referencia a un proceso completo dispuesto por Dios o permitido por Él. Al completar su trabajo con respecto a la Tierra en seis días creativos y descansar en el séptimo, Jehová puso el modelo para todo lo que tenía que ver con el sábado: desde la semana de siete días hasta el año de Jubileo, que seguía a cada ciclo de siete veces siete años.

Mala Suerte.

Las supersticiones relativas al espejo se cuentan entre las más citadas en todo el Occidente cristiano, quizás por su uso adivinatorio. La catoptromancia, es decir, el arte de adivinar por el espejo o en un cuenco lleno de agua, procede de Persia y, aunque tuvo un relativo éxito durante la antigua Grecia y la Edad Media, fue duramente perseguida por la Iglesia. La interpretación del vidente de la rotura de un espejo, por la caída de éste, era que la persona que sostenía el cuenco no tenía futuro, es decir, que no tardaría en morir, o que su futuro le reservaba unos acontecimientos tan catastróficos, que los dioses, amablemente, querían evitar a esa persona una visión capaz de trastornarla profundamente.
Por el contrario “abrir el paraguas en el interior de un recinto cerrado” es relativamente reciente, puesto que los paraguas, como tales, no fueron introducidos en Europa hasta el siglo XVII. Su simbología procede, de los parasoles orientales, símbolos de la realeza que dimana de la divinidad. El abrir el paraguas en casa constituía una doble provocación: por un lado, a la dignidad de los dioses, se interpretaba como usurpar la condición divina por medio del uso del paraguas, y por otro, al libre curso del reino de la luz. Por ello, sólo se permitía en el exterior como símbolo de protección en sustitución del hogar.
Sin embargo el “martes 13” o el “viernes 13” en las culturas anglosajonas es el mayor de los augurios de mala suerte. La superstición por esta fecha es anterior al cristianismo, aunque el día martes se refiera al nombre del dios de la Guerra para los romanos, Marte, y el número 13 al haber trece comensales en la Última Cena, en la Cábala enumera a trece espíritus malignos, o en el Apocalipsis, su capítulo 13 corresponde al anticristo y a la bestia. Dicha superstición proviene de la mitología nórdica. Incluso el miedo a los martes-viernes 13 se llama friggatriscaidecafobia, siendo una forma especializada de triscaidecafobia, o fobia al número 13. En Francia nunca se le da a una casa el número trece en su dirección. En los EEUU, los edificios rascacielos y departamentos dan al piso que sigue al 12 el número 14.
Para los actores, la mala suerte viene representada por el amarillo, al parecer porque Molière, actor y autor teatral, murió vestido de amarillo durante su última representación teatral, El enfermo imaginario", 1673. Sin embargo esta superstición tiene su origen en los tiempos de la Inquisición, cuando a muchos cómicos se les impuso el San Benito, una túnica amarilla de penitente con una cruz de San Andrés a la espalda con la que debían deambular por las calles expuestos al escarnio público.
La imagen del “gato negro” cruzándose en tu camino como augurio de mala suerte surgió en Europa durante la Edad Media, al ser éstos alimentados generalmente por ancianas pobres y solitarias, que posteriormente serían asociadas con la práctica de la magia negra y brujería.
En España, un estudio confirmó que la suerte no dura indefinidamente. El 90% de los premiados en la lotería, tras 10 años, estaba arruinado, y, además, se encontraba enfrentado con sus familiares.

Fuente. Rodolfo Coricelli

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